

Here are a selection of poems from my book "Poemigrantes"
Crimigranizados
Crimigranizados
d e s p a p e l a d o s
juzgados por el House Bill 11 05,
papiroflexiados por el programa 287g
nos corona de espinas la ley HB87
y su pinche madre
la 10 70 de Arizona.
Crucificados en la frontera de lo ilegal
sin número,
sin dios.
Los que nos influyen la inflación palabraria
rezan que nos irá mejor con Trump
¿Dónde estás razón?
nos contradices
nos p a r a d o j a s
¿Y?
¡Y!
¿Qué importa eso aquí en el viacrucis
donde el único cobijo, es la celda de castigo
y el calor que dé la televisión?
!Hay ilegalidad cómo dueles!
como chingas como atrapas
arpa susurrante en jaula
de oro los barrotes
s i l e n c i o
m
e
a
n
d
o
d
e
s
ho
ja do.
Las no palabras, son leyes o programas, que regulan la inmigración irregular.
Georgia in my mind.
Cuando la bestia bebe nuestra existencia
la crueldad y la impiedad gruñen juntas
carroñean juntas en el cubil de las hienas
juntas las carnadas lo saben
cuando la bestia eriza su lomo dorado
desata feroces plagas que como leyes
persiguen, acechan, crimigranizan
mi gente.
Oh! carnicera bestia
hacedora de leyes
te alimentas de miedo
tus goteantes hocicos cachorran migrantes,
vomitan comunidades desgarradas,
sin aliento ya,
sin papeles no
la bestia degluta inmigrantes y caga dinero
con mariposas en las entrañas
encadenadas
alimento para ratas de cuello blanco,
gabazos del perro capitalismo
o devorados por el coyote legislatura
empapelada mi gente en la historia.
Georgia y el trail of tears
Georgia y la esclavitud forzada
Georgia y la Jim Crow
Georgia y la persecución indocumentada.
Adriana Castañeda
Inmaculada,
en obscuro grito doblada
en un eco de bote de basura
se derrama en ramos mi nombre
Adriana, Adriana.
Sólo el
meoprimelpecho
me escucha,
me baldío
acompañada de mis tatuajes,
la devoción de mis amigas,
eloigovelas,
y el calor de los madremia.
Hijita de mi alma
muerta estaba ya… ¡hay!…
desde… temearrebataron…
en
arándanos
me
parti
encajada luna desde entonces
marchita desde entonces
monólogo desde entonces
y ahora
los rosarios como gente buscándome
con su marcha pena
con su pena angustiada
con la pollera en mis manos
mi perfume en los bailes
en la cárcel del ojo de la conciencia
una desaparecida más
más era una inmigrante.
¡Sigo aquí!
inmaculada,
doblada,
sin luna
tirada de inmundicia.